
Por un otro lado, la música puede
ser un medio que ayude al desarrollo del niño abarcando las áreas cognitiva,
social, emocional, afectiva, motora, del lenguaje, así como de la capacidad de
lectura y escritura.
Por otra parte, el cerebro humano es
el órgano más importante del cuerpo humano, es un órgano que sufre una serie de
cambios madurativos durante la infancia y que, además, es altamente sensible a
los estímulos externos. Desde el punto de vista de la anatomía, el cerebro lo
podemos dividir en dos hemisferios, el derecho y el izquierdo. Cada uno estos
hemisferios presentan características funcionales diferentes compuesto por
lóbulos y cubiertos por una estructura denominada corteza cerebral en la cual
se encuentran las áreas del desarrollo humano. De esta manera, existen estudios
que han demostrado que el hemisferio izquierdo se especializa en el
procesamiento del lenguaje y, por otro lado, el hemisferio derecho se centra en
la percepción y procesamiento de la música.
Las investigaciones sobre el efecto
de la música en el cerebro infantil, han coincidido en que ésta provoca una
activación de la corteza cerebral, exactamente en las zonas implicadas en el
procesamiento espacio-temporal. Al evaluar los efectos de la música se ha
encontrado que ésta origina una actividad cerebral. La música y sobre todo la
música clásica de Mozart provocan:
- Mejora la habilidad para resolver problemas
matemáticos y de razonamiento complejos.
- Es una manera de expresarse.
- Introduce a los niños a los sonidos y significados
de las palabras y fortalece el aprendizaje.
- Brinda la oportunidad para que los niños interactúen
entre sí y con los adultos.
- Estimula la creatividad y la imaginación infantil.
- Al combinarse con el baile, estimula los sentidos,
el equilibrio, y el desarrollo muscular.
- Provoca la evocación de recuerdos e imágenes con lo
cual se enriquece el intelecto.
- Estimula el desarrollo integral
del niño, al actuar sobre todas las áreas del desarrollo.
A continuación mostramos Wolfgang de Amadeus Mozart - Piano Concerto No.21- Andante en el cual podemos apreciar el efecto Mozart para el desarrollo de la inteligencia del bebé.